viernes, 22 de febrero de 2013

¿Juegas?

        Mañana comienzan las vacaciones de Semana Blanca y, como ya es habitual, la víspera siempre hay alumnos que plantean la misma pregunta: ¿Podemos jugar al ahorcado? A veces no resulta mala idea.







 
La viñeta pertenece a Charles Addams

domingo, 17 de febrero de 2013

Un asunto muy importante


             Enrique González Macho, presidente de la Academia del Cine ha pronunciado este discurso, atinado y lapidario en la vigésimo séptima edición  de los Premios Goya, 2013:


"Con honor y con orgullo"Enrique González Macho

                   "Buenas noches  Sr. Ministro, Vicepresidente de la Comunidad, Secretarios de Estado y demás autoridades que nos acompañan, señoras y señores, compañeras y compañeros: Bienvenidos a la XXVI Edición de los Premios Goya. Vamos a ser lo más breves posible porque lo sencillo y lo directo es lo mejor. Todos vivimos y sufrimos de una forma u otra la crisis en la que estamos, que no sólo afecta a España, sino a la mayoría de los países de nuestro entorno, y el cine no es ninguna excepción. Los momentos en los que estamos nos obligan a replantearnos muchas cosas y, sobre todo, nos hacen ver que el progreso y el bienestar no son una rueda imparable que siempre gira hacia adelante. Como todas las crisis, se vencerá si hay energía, inteligencia, trabajo, profesionalidad y reglas de juego claras.

                Queremos ser positivos, porque somos conscientes de que nuestro cine por un lado tiene un tejido industrial frágil en su estructura económica, pero un enorme potencial en talento, creatividad e ilusión. Este potencial no solo se mantiene íntegro, sino que se renueva y aumenta con nuevas incorporaciones día a día. Desde que el cine es cine, se ha hablado de sus crisis permanentes, y de eso en nuestra profesión sabemos mucho. No olvidemos que llevamos años diciendo que “el cine español es un enfermito crónico, pero con salud de hierro”. Es verdad que el año pasado nuestra cuota de mercado fue algo mejor que en el año anterior, pero deberíamos decir que fue algo menos mala porque es totalmente insuficiente y hemos de esforzarnos para alcanzar la cuota que nuestra cinematografía merece.

sábado, 16 de febrero de 2013

Un asunto poco importante



                   En primer lugar, separemos los problemas. Uno es que en España se lee poco. Esto no es un problema en sí mismo. Hay muchas cosas que es preferible no leer en absoluto, así que sería estupendo si leyéramos menos que nuestros vecinos pero más selecto. Segundo problema: el dinero que pierde la industria con las descargas piratas por Internet. Esto tampoco es un problema para la buena lectura: no se necesitaría mediación industrial alguna si todo el mundo estuviera como loco bajándose gratis a su ordenador la Metafísica de Aristóteles y similares; algunos editores de best-sellerspodrían quebrar, Dan Brown tendría que volver a cantar o Ildefonso Falcones que dedicarse más a su bufete, pero no creo que esto fuera de por sí malo para la lectura, a lo mejor hasta la beneficiaba.
               El único y verdadero problema no artificial es que la lectura es de muy baja calidad —además de su escasa cantidad—, y que no son los derechohabientes de Kafka o de Séneca quienes se preocupan por las “pérdidas de beneficios” en la Red. Es cierto que esta misma etiqueta de “baja calidad” estigmatiza a nuestro sistema bancario, a nuestras instituciones políticas o a la limpieza de nuestras calles. Pero la debilidad de la crítica cultural, endémica entre nosotros, es letal en este campo, pues impide que la miseria sea percibida como tal. Aunque durante un tiempo hayamos sido superficialmente ricos, nunca hemos dejado de ser pobres en lo esencial, es decir, en cuanto a la baja calidad de nuestra cultura.
                   La lectura es mucho más que un entretenimiento privado o una transacción comercial: es un proceso de formación inseparable del proyecto de una sociedad ilustrada. No cabe culpar orteguianamente a “las masas" o a “La gente” (que son siempre resultados); la razón fundamental por la que la lectura va tan mal es que a nadie —sobre todo a nadie de los que mandan— le ha importado nunca demasiado. Hoy son los profetas de los negocios quienes nos aseguran que “el libro” (una expresión cuyo significado desconocen) tiene los días contados, y el Ministerio de Educación pone su granito de arena dejando a la filosofía en las alcantarillas de los planes de estudios. Acabáramos.
                                                                   José Luis Pardo, El País,  07.02.2013

viernes, 15 de febrero de 2013

Día de San Valentín




Ayer celebramos el día de San Valentín por partida doble: alimentamos el cuerpo con unos estupendos crepes, y el espíritu con el regalo de unos marcadores de páginas con poesías de autores diversos: Einstein, Yeats, Ezra Pound, Bob Marley, etc.




El amor es tan importante como la comida. Pero no alimenta
                        (Gabriel García Márquez)

No hay amor más sincero que el amor a la comida
                        ( Georg Bernard Shaw)

jueves, 14 de febrero de 2013

Día de San Valentín

Hoy hemos celebrado el día de san Valentín, con muchos besos, mucha poesía y mucho crepe. ¿Qué más se puede pedir? Alimentamos nuestro cuerpo y espíritu.

viernes, 1 de febrero de 2013

NOVEDADES DE FEBRERO, 2013


NOVEDADES DE FEBRERO , 2013


Andrés Trapiello, Segunda oscuridad, ed. Pretextos

Duran siglos los días en el niño,
largo y corto su tiempo como un
sueño.
Los meses del adulto son, en cambio,
a causa de la brega que es su vida,
un trabajo penoso de atahona
y molienda de tantas ilusiones,
que se le van en ansias locamente.
Y, sin haberse dado cuenta, un día
el hombre reconoce que ya todo
su futuro ha pasado y que los años,
unos detrás de otros, van cayendo
con vértigo fatal como las últimas
migas de tiempo en el reloj de arena,
a menos que suceda como ahora:
el olor de unas lilas. Las primeras
tras un invierno riguroso y lóbrego.
De pronto la ebriedad de este perfume
a miel, a manantial, a azules brisas
ha conseguido ser más que memoria,
que el niño y el adulto y quien ya soy
en un punto se encuentren siendo iguales,
siendo plena conciencia de tal fuga,
sintiéndola al vivirla como eterna,
lilas de abril, lilas fuera del tiempo.

"Lilas fuera del tiempo" de Andrés Trapiello.

ANDRÉS TRAPIELLO nació en Manzaneda de Torío, León, en 1953, y desde 1975 vive en Madrid. Sus cuatro primeros libros de poemas, Junto al agua (1980),Las tradiciones (1982), La vida fácil (1985) y El mismo libro (1989) se agruparon en un volumen, Las tradiciones (1991 y 2002). A estos siguieron Acaso una verdad (Editorial Pre-Textos, 1993), Rama desnuda (2001) y Un sueño en otro (2004).
De su Salón de pasos perdidos , «una novela en marcha», han aparecido hasta la fecha diecisiete volúmenes, todos en la editorial Pre-Textos, y como novelista ha publicado, entre otros, El buque fantasma (1992), La noche de los Cuatro Caminos(2001), Los amigos del crimen perfecto (2003), Al morir don Quijote (2004) y Los confines (2009).
Entre sus ensayos destacan Clásicos de traje gris (1990), Las vidas de Miguel de Cervantes (1993), Las armas y las letras (1994 y 2010), Los nietos del Cid (1997), El arca de las palabras (2006) e Imprenta Moderna (2006).



Arturo Pérez-Reverte, El capitán Alatriste, ed. Santillana


Sevilla, 1626. A su regreso de Flandes, donde han participado en el asedio y rendición de Breda, el capitán Alatriste y el joven mochilero Íñigo Balboa reciben el encargo de reclutar a un pintoresco grupo de bravos y espadachines para una peligrosa misión, relacionada con el contrabando del oro que los galeones españoles traen de las Indias. Los bajos fondos de la turbulenta ciudad andaluza, el corral de los Naranjos, la cárcel real, las tabernas de Triana, los arenales del Guadalquivir, son los escenarios de esta nueva aventura, donde los protagonistas reencontrarán traiciones, lances y estocadas, en compañía de viejos amigos y de viejos enemigos. Especial Capitán Alatriste

Eliacer Cansino, Una habitación en Babel, ed. Anaya

La Torre es el mayor edificio del pueblo, un bloque ácido en inhumano en el que viven tantas personas como en toda la urbanización de casitas adosadas que acaban de construir en las afueras. Personas instaladas en estantes del aire, como libros, cada uno con su historia, algunas buenas y otras malas. Unas a punto de abrirse y otras de cerrarse. En ella viven Ángel y Gil, Nor y Berta, Rashid y Stéfano. Cada uno en su habitación de la Torre, hablando con su propio acento, pero obligados a entenderse cuando descubren que pertenecen a una misma historia.





Ramón María del Valle-Inclán, Luces de bohemia, ed. Austral


Colección Austral presenta en este volumen Luces de Bohemia, esperpento trágico de la vida literaria de la época. Al degradarse la realidad aparece la farsa y, en un segundo nivel, el esperpento; "Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento", aclara Valle-Inclán. Aquí el espejo cóncavo es una conciencia dolorida, una conciencia moral que escandaliza o aterra. Resulta patético que quien vea la verdad sea un ciego, Max Estrella, soñador perdido en un Madrid absurdo y hambriento. La magnífica introducción de Alonso Zamora Vicente, de la Real Academia Española, y el ilustrativo apéndice y el glosario preparados por Joaquín del Valle-Inclán nos descubren el universo mágico del genial escritor, el entramado de relaciones entre la realidad y el texto y la visión voluntariamente deformadora y crítica que se oculta bajo la caricatura; un completo y sugerente análisis de las claves de la creación valleinclaniana.
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Javier Marías, Mala índole, ed. Alfaguara



"Dado lo poco que he frecuentado el noble arte del cuento en los últimos tiempos, es posible que ya no escriba más y que lo que aquí se ofrece acabe siendo la totalidad aceptada y aceptable de mi contribución al género."Javier MaríasMala índole reúne, así, casi todos los relatos escritos por Javier Marías, los que él considera"aceptados y aceptables"y el lector encontrará deslumbrantes.Excelente puerta de entrada al universo Marías, Mala índole pone al alcance del lector, además de los que conformaron Mientras ellas duermen y Cuando fui mortal, varios cuentos hasta hoy inencontrables, entre los que destaca el que da título al libro, casi una novela corta sobre las divertidas y espeluznantes andanzas de un viejo conocido, Ruibérriz de Torres, durante el rodaje en México de una película con Elvis Presley.Además, médicos misteriosos, guardaespaldas, fantasmas, dobles, una aspirante a actriz porno, una mujer y un hombre asesinados por una lanza africana, un mayordomo neoyorquino encerrado en un ascensor, el adorador de una joven a la que filma sin cesar, una pareja mafiosa caída en desgracia, un asesino a sueldo que trata de disuadir a quienes quieren contratarlo... El mundo de los cuentos de Javier Marías es tan inquietante y cautivador que apenas permite apartar la vista de ellos, en un permanente estado de encantamiento y zozobra.

                                                  Chrispopher Davis, Philadelphia



Este libro nos cuenta la historia de un prestigioso abogado, que es homosexual y se ve afectado, por el sida.
Al principio, cuando él mismo observa con horror que su cuerpo muestra síntomas de algo tremendo a lo que tiene que enfrentarse solo y asumirlo, temiendo por la continuidad de su trabajo, decide ocultar su enfermedad llegando incluso a maquillarse cuando los síntomas de la misma se muestran en diferentes partes de su cuerpo.
Cuando la noticia se difunde en el bufete donde trabaja, los dueños le preparan un boicot para despedirle.
La frustración y a impotencia del momento, no consiguen que el joven se quede en casa deprimido, sino que empieza una batalla personal por reivindicar sus derechos a conservar su puesto de trabajo, puesto que su actividad laboral no ha mermado como consecuencia de la enfermedad. Pero claro, el bufete quiere mantener una imagen de "supers" en la que él ya no encaja, y ya no por la enfermedad en sí, sino por haber conseguido ocultar su homosexualidad.
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      Marcos Giralt Torrente, Tiempo de vida, ed. Anagrama




Toda narración, incluso aquella que pretende imitar la vida, es una ficción. Un artificio. El escritor sale al mundo y lo que nos devuelve es una visión de la vida, no la vida. Partiendo de esta premisa, Marcos Giralt Torrente se enfrenta en este relato íntimo a un tema universal: la muerte del padre. A partir del dolor por la pérdida, reconstruye la relación con su padre, el tiempo de vida que compartió con él, con asombroso afán de fidelidad. Sin eludir las zonas de penumbra pero sin recrearse en ellas, sorteando con equilibrio cualquier exceso. De esa forma, con ayuda de una prosa hipnótica y concisa, la propia experiencia se transforma en experiencia de todos. El resultado es un libro absolutamente conmovedor que abraza y golpea a un tiempo. Ni un homenaje ni un ajuste de cuentas. Un intento de comprender
la relación más compleja que cabe entre dos personas. El retrato de un padre y un hijo. Un inventario de vida en el que casi nada se calla y en el que, por eso, aparece la vida tal y como es: con sus tristezas y encrucijadas pero también con sus jubilosos descubrimientos.
Marcos Giralt Torrente ha escrito un gran libro. Una confesión valiente y hermosa que, estamos seguros, dará que hablar.