lunes, 6 de mayo de 2013

CONCURSO DE MICRORRELATOS


CONCURSO DE MICRORRELATOS
I.E.S. “RÍO VERDE” - 2013

El I.E.S.”Río Verde” de Marbella, con motivo de su XXV aniversario, convoca un concurso de microrrelatos de acuerdo con las siguientes
BASES

1.- Participantes. Pueden participar en este concurso todos los alumnos matriculados en el IES “Río Verde” en el presente curso 2012-2013. La participación implica la aceptación de estas bases.

2.- Categorías. La participación se hará por una de estas dos categorías:
·         SECUNDARIA
·         BACHILLERATO/CC.FF.
Los alumnos de enseñanzas de adultos pueden participar por la segunda de esas categorías.

3.- Extensión. El relato tendrá una extensión máxima de 100 palabras.

4.- Tema. El instituto.

5.- Premios. Para cada categoría habrá un premio de 30 euros y la publicación en la página web del instituto. Los premios no podrán quedar desiertos.

6.- Presentación. Los participantes presentarán el relato en un sobre grande, en el que solo puede aparecer un pseudónimo. En el mismo sobre introducirán también otro sobre pequeño cerrado en cuyo exterior figure solo el mismo pseudónimo, y en cuyo interior haya una ficha con los siguientes datos:
·         Pseudónimo
·         Nombre del relato
·         Nombre del alumno autor del relato
·         Curso en el que está matriculado

7.- Lugar de entrega. La entrega se realizará en la Conserjería del instituto.

8.- Fecha. El plazo de entrega termina el 23 de mayo en el recreo (11’45 horas).

9.- Jurado. El jurado estará formado por cuatro profesores designados por la vicedirección del Instituto “Río Verde”, seleccionará los mejores relatos y elegirá a los ganadores. Su fallo será inapelable.

10.- Fallo. El fallo se hará público en los tablones de anuncios y en la web del instituto el día 30 de mayo.

13 CONSEJOS PARA LOS QUE SE INICIAN EN EL ARTE DE ESCRIBIR 
MICRORRELATOS
1. Imagina que tu historia, mientras es leída, aferra al lector por la garganta. Lo que significa que si la 
historia es innecesariamente larga, el lector muere por asfixia.

2. Acción, acción, acción. Sólo los genios conciben microrrelatos eficaces empleando la inmovilidad.
Si no eres un escritor de genio, y no puedes resistirte a la inmovilidad, dedícate a la poesía, la pintura
o la fotografía; o a construir edificios, que es más rentable.

3. No ames la brevedad como a tu novi@. Ámala mucho más. O corres el riesgo de dejar de amarla.

4. El título es tan importante como el microrrelato. A veces más.

5. Nunca te propongas escribir un microrrelato que complazca a todo el mundo. Tu meta será complacer 
a unas poquísimas personas.

6. Debes leer, de rodillas, a Ana María Shua, Raúl Brasca, Luisa Valenzuela, Julio Torri, Juan José 
Arreola, Gabriel Jiménez Emán, Marco Denevi, Pía Barros, Rafael Pérez Estrada, Ramón Gómez 
de la Serna, Enrique Anderson Imbert, Virginia Vidal, Luis Mateo Díez y Augusto Monterroso.

7. Cuando, vanidoso, sientas que tus creaciones han alcanzado una cima inalcanzable para otros, 
lee a los autores citados en el punto anterior. Un microrrelatista debe tener los pies sobre la tierra. 
Respeta al maestro, y aprende.

8. Si algún periodista te formulase la original pregunta: "¿Qué libro se llevaría usted a una isla 
desierta?", responderás con orgullo y aplomo: la Antología de cuentos breves y extraordinarios
de Borges y Bioy Casares. Alguien que sienta verdadero aprecio por su formación literaria no haría 
otra cosa.

9. De ninguna manera leerás los microrrelatos de Max Aub (Crímenes ejemplares)

10. El microrrelato es enemigo de la repetición superflua, que (salvo brillantes excepciones) frena la 
historia, quitándole agilidad. Como si ahora yo dijera: no leas los micros de Max Aub.

11. Este consejo se lo debo a Bioy Casares: "Joven, al carajo con el suspenso".

12. Cortar, reducir, abreviar, sintetizar. Máximas fundamentales del microrrelato. De ahí que estos 
13 consejos queden en 12.

MICRORRELATOS

Cuando el aterrado público esperaba ver al inmenso King-Kong tomar entre sus manazas a la hermosa 
Fay Wray, el gorila con paso firme salió de la pantalla, y pisoteando gente que no atinaba a ponerse a 
salvo, buscó por las calles neoyorquinas hasta que por fin dio con una película de Tarzán. Sin titubeos 
—y sin comprar boleto— con toda fiereza, destrozando butacas y matando espectadores, se introdujo 
en el film y una vez dentro ansiosamente buscó a su verdadero amor: Chita.
René Avilés Fabila

«Lagrimones»: Un llanto insonoro denunciaba su triste palidez sin emitir un gemido. Sus ojos parpadeaban apurados y un lagrimón tras otro rodaba irremediablemente por las mejillas. En un rincón, el cirio se consumía con la noche.
César Antonio Alurralde

- Un poquito más. No podía decir que no, y no puedo sufrir el arroz.- Si no repite otra vez, creeré que no le gusta. Yo no tenía ninguna confianza en aquella casa. Y quería conseguir un favor. Ya casi lo tenía en la mano. Pero aquel arroz...- Un poco más.- Un poquitín más. Estaba empachado. Sentí que iba a vomitar. Entonces no tuve más remedio que hacerlo. La pobre señora se quedó con los ojos abiertos, para siempre.
Max Aub
                                                                                                                                             
Estábamos al borde de la acera, esperando el paso. Los automóviles se seguían a toda marcha, el uno tras del otro, pegados por sus luces. No tuve más que empujar un poquito. Llevábamos doce años de casados. No valía nada.                                                                                                                                             Max Aub

Los niños entraron a la casa y destrozaron las jaulas. La mujer encontró los cuerpos muertos y enloqueció. Los pájaros no regresaron.
TRIUNFO ARCINIEGAS

Por medio de los microscopios los microbios observan a los sabios                                              
LUIS VIDALES

“...el drama del desencantado que se arrojó a la calle desde el décimo piso, y a medida que caía iba viendo a través de las ventanas la intimidad de sus vecinos, las pequeñas tragedias domésticas, los amores furtivos, los breves instantes de felicidad, cuyas noticias no habían llegado nunca hasta la escalera común, de modo que en el instante de reventarse contra el pavimento de la calle había cambiado por completo su concepción del mundo, y había llegado a la conclusión de que aquella vida que abandonaba para siempre por la puerta falsa valía la pena de ser vivida".
GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ                                                              

¿Ustedes no han tenido nunca ganas de asesinar a un vendedor de lotería cuando se ponen pesados, pegajosos, suplicantes? Yo lo hice en nombre de todos
 MAX AUB                                                                 

“Aquel hombre era invisible, pero nadie se percató de ello”.
Gabriel Jiménez Eman
AUGUSTO MONTERROSO:

El salto cualitativo
-¿No habrá una especie aparte de la humana –dijo ella enfurecida arrojando el periódico al bote de la basura- a la cual poder pasarse?
             -¿Y por qué no a la humana? –dijo él.

La vida en común

Alguien que a toda hora se queja con amargura de tener que soportar su cruz (su esposo, esposa, padre, madre, abuelo, abuela, tío, tía, hermano, hermana, hijo, hija, padrastro, madrastra, hijastro, hijastra, suegro, suegra, yerno, nuera) es la vez la cruz del otro, que amargamente se queja de tener que sobrellevar a toda hora la cruz (nuera, yerno, suegra, suegro, hijastro, madrastra, padrastro, hija, hijo, hermana, hermano, tía, tío, abuela, abuelo, padre, esposa, esposo) que le ha tocado cargar en esta vida, y así, de cada quien según su capacidad y a cada quien según sus necesidades.

La oveja negra

En un lejano país existió hace muchos años una Oveja negra.
Fue fusilada.
Un siglo después, el rebaño arrepentido le levantó una estatua ecuestre que quedó muy bien en el parque.
Así, en lo sucesivo, cada vez que aparecían ovejas negras eran rápidamente pasadas por las armas para
que las futuras generaciones de ovejas comunes y corrientes pudieran ejercitarse también en la escultura.

El dinosaurio

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.

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